¿Nunca les ha pasado que mientras soñaban se daban cuenta de que estaban soñando? La mayoría de las personas han tenido alguna vez este de espontáneamente, especialmente durante la niñez. Los sueños lúcidos son aquellos en los que el soñador cobra conciencia de estar soñando y a partir de esto interactúa (hasta el de tener el poder de manejar las cosas a su antojo) sabiendo que todo lo que percibe es parte de un sueño. Esto no solamente sucede, sino que es posible entrenarnos para lograrlo.
Aunque suena a utopía el control de los sueños se acepta como un hecho comprobado científicamente. Es desde 1975, cuando una serie de experimentos demostraron que era posible. Alan Worsey en Gran Bretaña y Stephen LaBerge en California, son dos investigadores que, de manera independiente, aportaron evidencia experimental sobre la existencia del sueño lúcido y aprendieron a provocar deliberadamente este fenómeno. Ambos fueron capaces de comunicarse “con el exterior” mientras dormían mediante señales previamente acordadas (tales como mover los ojos de una manera particular o respirar con mayor rapidez). Los sujetos no sólo llevaron a cabo dichas acciones sino que lo hicieron precisamente en los momentos en que el equipo electrónico señalaba que estaban soñando. De este modo demostraron que era posible actuar conscientemente mientras dormimos.
El Aprendizaje del Sueño Lúcido
I. Primer paso: Recordar los sueños
Hablando en términos generales, quienes quieren recordar sus sueños pueden hacerlo y aquellos que, por el contrario, no desean hacerlo, no suelen recordarlos. A ciertas personas les basta simplemente con tener la intención de recordar y con ser plenamente conscientes de esta intención antes de acostarse. Un modo eficaz de fortalecer esta decisión consiste en tener un diario de sueños sobre la mesa velador e ir anotando en él, apenas nos despertemos, todos los pormenores que podamos recordar de nuestro sueño. Cuantos más sueños apuntemos, más fácil nos será recordarlos. Por otra parte, la lectura de este diario puede procurarnos el beneficio adicional de ayudarnos a comprender la verdadera naturaleza de nuestros sueños y contribuir, de este modo, a reconocerlos con más facilidad en el mismo momento en que están aconteciendo.
Un método infalible para aumentar la capacidad de recordar los sueños consiste en habituarnos a preguntarnos «¿Qué es lo que he soñado?» cada vez que nos despertemos. Éste debería ser nuestro primer pensamiento cada vez que nos despertáramos, sin renunciar ante la primera tentativa sino permaneciendo totalmente inmóviles y concentrados, perseverando pacientemente en el intento hasta lograr recordar el sueño.
Como ocurre con cualquier otro proceso, el aprendizaje de la capacidad para recordar los sueños constituye un proceso, en ocasiones, lento. Debido a ello, es muy importante no desalentarnos en el caso de que las primeras tentativas no se vean coronadas por el éxito. A la larga, quien persiste en la práctica termina obteniendo resultados evidentes.
Es importante mejorar el recuerdo de los sueños porque es imposible tener un sueño lúcido sin recordarlo.
II. Inducción al Sueño Lúcido
Hay muchísimas técnicas distintas para llegar a tener sueños lúcidos. La más frecuente (y única que trato aquí) consiste en comenzar teniendo un sueño común, darse cuenta por algún motivo que se está soñando, y a partir de ese momento entrar en estado de lucidez. Este tipo de experiencia se llama DILD (Dream Induced Lucid Dreams) justamente porque comienza en un sueño. Esta es la que la mayoría de la gente, sin entrenamiento alguno, logra al menos una vez en la vida espontáneamente.
Para inducirlos el primer paso es practicar el ejercicio de recordar los sueños al despertar (tal y como explicábamos en el anterior punto). Si nos levantamos apurados por entrar en nuestras obligaciones diarias, poco éxito podemos tener en lograr sueños lúcidos. Por eso conviene despertarse poco a poco, tratar de no abrir los ojos en seguida, recordar los sueños lo mejor que podamos, con todos los detalles posibles, y anotarlos.
En la noche, antes de dormir, conviene decirse - e incluso anotar - qué es lo que uno desea hacer cuando adquiera lucidez, e ir a dormir con la intención de lograrlo. Repítete con convicción “me daré cuenta de estar soñando”. El simple hecho de desearlo es suficiente como para proporcionarnos un punto de partida.
El siguiente paso es estar siempre atentos a las señales de los sueños mediante chequeos de realidad.
III. Test de Realidad
En los sueños pasan cosas muy raras, cosas que por sentido común deberían delatarnos que estamos soñando. Pero a pesar de ello la mayoría de las veces somos incapaces de darnos cuenta. Tomamos todo como viene, creyendo que los acontecimientos más inverosímiles son verdaderos y al despertar nos preguntamos: “¿Como no me di cuenta de que era un sueño? ¡Era tan obvio!”
Si ante determinadas situaciones nos acostumbramos a preguntamos si estamos soñando durante el día -en la vigilia-, con el tiempo nuestro cerebro se programa también para hacerlo durante la noche -mientras efectivamente estamos soñando-. Varias veces al día conviene hacerse esta pregunta, entrenando al cerebro para hacerlo en todo momento.
El simple hecho de acostumbrarse a autoformularse esta pregunta es un paso elemental si se desea tener sueños lúcidos. La respuesta, cuando es negativa, suele ser automática: La realidad es contundente y cuando estamos en ella sabemos darnos cuenta con facilidad de que no es un sueño. Pero por el contrario, cuando estamos en el sueño no es tan automático. El hecho de dudar sobre la respuesta, nos da una pauta de que debe ser un sueño, porque en la realidad casi siempre nos damos cuenta en seguida de que no lo es. Podemos hacer entonces, para no tener ninguna duda, alguna de las siguientes pruebas:
* Intentar atravesarnos la palma de la mano con un dedo de la otra mano.
* Intentar volar.
* Mirar con detalle las cosas, especialmente los bordes. Si son borrosos se trata de un sueño.
* Mirar el reloj, o intentar leer algo. Si las letras y números cambian es un sueño.
* Encender una luz o activar un aparato y ver si reaccionan de forma extraña.
* Atravesar con nuestra mano una pared o cuerpo sólido.
* Movilizar objetos con la mente, o hacer aparecer algo.
Estas pruebas no sólo nos ayudan a determinar que estamos en estado de sueño y no de vigilia, sino que también sirven para “convencernos” de que estamos soñando y aumentar nuestra lucidez.
Es posible que le tome al menos una o dos semanas antes de tener su primer sueño lúcido, así que no se desespere. Recuerde también que su primer sueño lúcido probablemente sea muy corto y un tanto confuso. Eventualmente sus sueños lúcidos aumentarán en duración y frecuencia, al igual que se incrementará el control que usted tiene sobre los mismos.
IV. Qué se puede hacer
Una advertencia: Se deberá tener un propósito claro para los sueños lúcidos cuando se vaya a dormir. En otras palabras, cada noche se debe considerar qué se quiere hacer cuando se tenga un sueño lúcido, y seleccionar una cosa. En el mundo onírico las posibilidades son infinitas, pero aquí tienen varías ideas de lo que podrían intentar.
* Volar
* Atravesar muros o espejos
* Movilizar objetos con la mente
* Cambiar el entorno/paisaje
* Hacer aparecer/desaparecer gente y objetos
* Resolver problemas matemáticos simples
* Leer y recordar una vez despierto lo que se leyó
* Recordar durante el sueño algo que se propuso antes de dormirse
* Metamorfosear
A veces, a pesar de ser conscientes de estar soñando seremos incapaces de manejarlo a nuestro antojo. En esos casos hay varias cosas que podemos hacer para aumentar nuestro control, como dar órdenes en voz alta (”¡Que esta persona desaparezca ya!” “¡Quiero volar!”) y sobretodo tener fe. Si estamos convencidos de que podemos hacer algo, podremos: “Este es mi sueño y yo tengo el control”.
Fuentes, enlaces y lecturas adicionales
Este artículo no es más que una recopilación resumida de los sitios aquí indicados como fuente. Debe entenderse, por lo tanto, como una pequeña introducción, “atractiva”, a este mundillo; es por ello por lo que animo encarecidamente al visitante interesado en profundizar sobre el tema a leer con detenimiento los originales (mucho más completos). Añado además enlaces a otros blogs que he encontrado ya trataron sobre este asunto en el pasado y links relacionados.
* (fuente) Wikibook: Sueño Lúcido
* (fuente) Sueños Lúcidos por Mariana Vernieri
* (fuente) Controlando Nuestros Sueños: El Sueño Lúcido
* (fuente) Alcione.cl: El Sueño Lúcido
* (fuente) Wikipedia: Sueño Lúcido
* (relacionado) Cómo despertarse sin sueño
* (relacionado) Dormir menos y rendir más: El Sueño bifásico
* (lectura adicional) El sentido de la vida: Sueño Lúcido
* (link) Flashazo: Software que trata de inducir en el usuario sueños lucidos.
* (link) Despierta: Web para anotar que has soñado, y leer que soñaron otras personas.
Conexión Cuantica
lunes, 3 de diciembre de 2012
Que es el Samsara
Samsara
El Samsara es este mundo lleno de dolor y tristeza tal como lo conocemos. Todos los seres de este mundo están sujetos a la ley del karma. Karma significa acto volitivo, es decir, algo que uno hace, dice o piensa y que de hecho está bajo su control. Todos los actos de este tipo tienen consecuencias morales llamadas vipaka, que significa fruto. En el Budismo tradicional, estas consecuencias pueden ocurrir en esta vida o en una vida futura.
La mayoría de los Budistas creen en el renacimiento. Para muchos, el renacimiento no es diferente de la creencia de los Hinduistas, por ejemplo, en la reencarnación o en la transmigración de las almas (pasar del viejo cuerpo que muere a uno que acaba de nacer o de ser concebido). Con un poco más de precisión, sin embargo, el renacimiento no es más que la transmisión del propio karma. Buda lo comparaba con la llama que pasa de una vela a otra. Así pues, la idea de un alma inmortal, de una personalidad continua, no es de ningún modo una parte del concepto del renacimiento.
El renacimiento y otros conceptos similares no forman parte de la mayoría de las culturas occidentales, así que muchos budistas occidentales y algunos budistas de oriente, toman el renacimiento como una metáfora, más que literalmente. El Budismo nunca ha sido una religión anclada en lo literal, así que esto no es ningún tabú. De hecho, Buda evita a menudo discutir la realidad de una u otra idea metafísica como irrelevante para la práctica del Dharma.
La imagen de la derecha es la Rueda de la Vida tibetana, que representa el Samsara. En el centro, hay un gallo cazando a un cerdo que caza a su vez a una serpiente que trata de cazar al gallo, es decir, el deseo, el odio y la ignorancia. Alrededor de ellos hay personas ascendiendo el semicírculo blanco de la vida, junto a otras que descienden el semicírculo negro de la muerte. La mayor parte de la Rueda está dedicada a la representación de seis reinos: el reino de los dioses, el reino de los titanes, el reino de los humanos, el reino de los animales, el reino de las almas en pena y el reino de los demonios, cada reino presidido por su propio boddhisattva. La parte más exterior del círculo la componen los doce pasos del origen dependiente. La Rueda al completo está sujetada por Yama, el Señor de la Muerte.
Poderes Extrasensoriales: Visión remota
Muchos investigadores señalan que, durante las últimas guerras (la del Golfo, Afganistán e Iraq), los Estados Unidos han empleado la visión remota con fines militares y de espionaje. Sin embargo, nos preguntamos ¿Qué es la visión remota? ¿Para que nos sirve? ¿Cómo podemos desarrollarla?
Qué es la visión remota
La visión remota, muy relacionada con la clarividencia, es la capacidad que tienen algunos sujetos de ver cosas y lugares distantes y describir sucesos que están ocurriendo, en ese momento, en otra parte del mundo. Es decir, la persona se encuentra, por ejemplo, en Londres y viaja mentalmente, mediante esta facultad, a Sydney donde puede observar que está pasando allí en ese instante.
La visión remota en la historia
Desde la antigüedad la visión remota ya era conocida. Hace 2500 años, debido a los problemas con los persas, el rey Creso de Lidia decidió investigar la fiabilidad de siete oráculos de su época para saber a cuál de ellos consultar sobre la decisión a tomar.
Por ese motivo envió hacia ellos observadores a quienes ordenó preguntar exactamente cien días después qué estaba haciendo el monarca a una hora acordada, anotar sus respuestas e informarle de las mismas. Por medio de Herodoto, se pudo conocer que sólo la pitonisa de Delfos pudo describir con exactitud lo que estaba haciendo el rey en ese momento (ingiriendo un guiso de tortuga) confirmando con este hecho, el primer relato de la visión remota en la historia.
Según aparece enla Biblia , el profeta Elíseo pudo salvar al ejército de ser derrotado debido a su capacidad de ver las maniobras de las tropas sirias y conocer las decisiones secretas.
En la actualidad, muchos pueblos que viven en condiciones primitivas practican la visión remota especialmente sus guías espirituales y chamanes quienes caen en trance y traen noticias muy precisas de lugares distantes, cuya veracidad más tarde ha sido confirmada por observadores objetivos como misioneros, exploradores y antropólogos.
Cómo aprender a usar la visión remota
Para aprender a usar la visión remota es necesario los siguientes elementos:
- Un colaborador con quien pueda intercambiar los papeles de sujeto y experimentador.
- Establecimiento de objetivos específicos.
- Estrategias para fijarse metas, relajación y preparación.
- Un cuaderno para registrar los resultados de los intentos.
- Métodos para evaluar y registrar dichos resultados.
- Práctica y perseverancia.
Procedimiento
- Acordar (usted y la persona quien le ayudará) una hora para realizar el experimento de visión remota.
- Reunirse en el centro de experimentación
- Sincronizar los relojes y fijar la hora exacta en que se hará la experiencia
- Antes de la hora acordada (por lo menos 20 minutos) el ayudante debe salir e ir a un lugar que sólo elegirá una vez que haya abandonado del lugar de reuniones, (preferiblemente que no sea familiar y tan diferente como sea posible) para poder realizar la experiencia.
- Cerrar los ojos, relajarse durante un par de minutos y abrir la imaginación a las sensaciones que tendría si estuviese físicamente en ese lugar desconocido donde está el ayudante. No es necesaria buscar información completa del sitio; sólo con que emerjan fragmentos de información gradualmente a su mente es suficiente.
- Tomar notas de cuanto se perciba con la mente (sonidos, olores e incluso los campos eléctricos o magnéticos), grabar sus comentarios de la experiencia o hacer pequeños esbozos de lo que le viene a la mente y breve pausa, respirando profundamente.
- Estar siempre atento a la aparición de imágenes nuevas y sorprendentes, que no pertenezcan a su repertorio habitual de imágenes mentales.
- Buscar diferenciar las imágenes que le han suscitado las sensaciones más fuertes de aquéllas que pueden derivar de su memoria o imaginación, repasando sus notas para separar las informaciones psíquicas del ruido mental.
- Cotejar con el ayudante sus impresiones escritas o dibujadas, para que él o ella le indiquen cuán correcto ha sido su descripción.
La visión remota es un fenómeno natural que puede ser experimentado por todos en diferentes grados.domingo, 11 de noviembre de 2012
Túneles de 12,000 años conectan Escocia y Turquía
El arqueólogo alemán Heinrich Kush ha descubierto una red de túneles subterráneos de 12000 años que conectan Escocia y Turquía. Este descubrimiento podría revolucionar el campo de la arqueología y dar lugar a una revisión de la historia antigua. El hallazgo ha sido publicado en el libro"Los Secretos de la Puerta Subterránea hacia un Mundo Antiguo" escrito por Kush.
Tras el descubrimiento en 1994 de Gobekli Tepe que se remonta a 12 mil años y está destinado a reescribir la historia del Neolítico, igualmente misteriosa es la red de túneles subterráneos que conectan Escocia con Turquía.
Tras el descubrimiento en varias partes de Europa, como Austria y Alemania, los tramos de túneles excavados en la roca, presumiblemente, que datan del Neolítico, Kusch ha deducido que alrededor de 10.000 a. C. "pero se desconoce el porque de los túneles, o, al menos, para que crearon el túnel que unió Europa a Turquía."
"La existencia de un túnel subterráneo excavado en la roca por debajo del nivel del mar, es innegable que hay varios tramos de túneles que datan, según los estudiosos, hasta el Neolítico. Los expertos consideran esta arquitectura del Neolítico como una forma de refugio para la población, ¿Pero sin conductos de aire? ¿Y para protegerse de qué?.
La medida de los túneles es de 70 cm., pero en algunos lugares son más amplios y tienen asientos, depósitos y habitaciones, ¿qué importancia debemos dar a las leyendas que hablan de los edificios bajo tierra y las personas que viven en las entrañas de la tierra? ¿Los hombres del Neolítico pudieron haber "imitado" a las criaturas que vieron entrar y salir de las cuevas o entradas ocultas?
La fecha exacta de construcción de los túneles y cual fue aquella civilización primitiva, además de las herramientas utilizadas hace doce mil años para excavar esta red de túneles, será averiguada y confirmada por geólogos.
Tras el descubrimiento en 1994 de Gobekli Tepe que se remonta a 12 mil años y está destinado a reescribir la historia del Neolítico, igualmente misteriosa es la red de túneles subterráneos que conectan Escocia con Turquía.
Tras el descubrimiento en varias partes de Europa, como Austria y Alemania, los tramos de túneles excavados en la roca, presumiblemente, que datan del Neolítico, Kusch ha deducido que alrededor de 10.000 a. C. "pero se desconoce el porque de los túneles, o, al menos, para que crearon el túnel que unió Europa a Turquía."
"La existencia de un túnel subterráneo excavado en la roca por debajo del nivel del mar, es innegable que hay varios tramos de túneles que datan, según los estudiosos, hasta el Neolítico. Los expertos consideran esta arquitectura del Neolítico como una forma de refugio para la población, ¿Pero sin conductos de aire? ¿Y para protegerse de qué?.
La medida de los túneles es de 70 cm., pero en algunos lugares son más amplios y tienen asientos, depósitos y habitaciones, ¿qué importancia debemos dar a las leyendas que hablan de los edificios bajo tierra y las personas que viven en las entrañas de la tierra? ¿Los hombres del Neolítico pudieron haber "imitado" a las criaturas que vieron entrar y salir de las cuevas o entradas ocultas?
La fecha exacta de construcción de los túneles y cual fue aquella civilización primitiva, además de las herramientas utilizadas hace doce mil años para excavar esta red de túneles, será averiguada y confirmada por geólogos.
La leyenda de las 13 calaveras de cristal
Cuenta una leyenda que los mayas dispersaron por el mundo trece calaveras talladas, que heredaron de los habitantes de la legendaria Atlántida antes de que su continente se hundiera en el mar; y que, cuando estas se hallen y reúnan en un solo lugar, será el tiempo en que la sabiduría de los atlantes habrá de ser trasmitida a la humanidad.
Una versión también dice que cada calavera corresponde a uno de los trece mundos que fueron habitados por los seres humanos. El último de estos trece mundos sería el nuestro. Por eso se dice que son 12 +1 calaveras, que fueron traídas y repartidas por toda la Tierra para recabar sobre nuestro aprendizaje y responder por nuestra existencia.
Actualmente, hay varias de estas calaveras exhibiéndose en las vitrinas de distintos museos del mundo, y ya han sido descubiertas por lo menos ocho de las trece. Están en distintas manos y cada una de ellas ha sido bautizada con un nombre propio, según la especialista en la materia, Ellie Crystal.
La más conocida es la Calavera SKULL OF DOOM, también llamada la “Calavera del destino” o “Cráneo del destino”. Su aspecto y medidas son casi réplicas exactas de la calavera humana. Está hecha de una sola pieza del más puro cristal de cuarzo y tiene la mandíbula articulada; casi no tiene imperfecciones. Por su forma y tamaño, se presume que es un cráneo femenino.
En el año 1919, Frederick Albert Mitchell-Hedge, un aventurero británico, viajó a Belice junto a su hija Anna. Cerca de esa ciudad, descubrieron un área arqueológica entre las ruinas de la ciudad maya de Lubaantun. Mitchell-Hedge andaba en búsqueda de algún vestigio que le ratificara la existencia de la Atlántida, hasta que en el decimoséptimo cumpleaños de su hija adoptiva Anna (1/1/1924), escudriñando entre las ruinas de un templo, esta vio un haz de luz entre las piedras. Al mover los bloques, pudieron desenterrar una fascinante calavera. Dicha experiencia es narrada por Mitchell-Hedge en su sitio web.
La leyenda cuenta que había cerca de 300 indios trabajando en las excavaciones. Cuando la calavera apareció en la superficie, todos ellos se arrodillaron con admiración y respetuosamente ante ella, y besaron con recogimiento el terreno.
Los científicos de hoy no tienen respuestas claras sobre la forma tan perfecta en que fue tallada la calavera. Hoy en día, no existe ninguna herramienta capaz de esculpir semejante pieza porque fue hecha con un sólo trozo del más puro cristal, y tallada en contra del eje natural de la roca. No hay evidencia ni rastro alguno que haga pensar que se hubiera utilizado alguna herramienta metálica. Por eso, hay personas que aluden su confección a seres extraterrestres. Mitchell-Hedges, por su parte, sostenía que a los mayas les debió haber llevado unos 150 años trabajando todos los días de sus vidas, generación tras generación, frotando un inmenso bloque de cristal con arena hasta que se completó el cráneo perfecto.
En 1970, Anna y la familia Mitchell-Hedges entregaron el cráneo a los laboratorios de Hewlett Packard para un acucioso estudio científico. Dicho laboratorio, luego de extensos exámenes, demostró que la calavera estaba hecha con un solo bloque de cristal y que aun, con toda la tecnología actual, sería imposible realizar otra igual.
Otra de las calaveras de cristal está en el Museum of Mankind, del British Museum en Londres, Inglaterra. Esta calavera, llamada “Calavera Británica”, se considera gemela a la “Calavera del destino”. Su diferencia consiste en que la llamada “Británica” tiene la mandíbula fija.
Los historiadores piensan que ambas calaveras fueron hechas por las mismas manos. El Museo Británico la adquirió al joyero Tiffany`s de Nueva York en 1998. Tíffany`s no supo, o no quiso, explicar de dónde la había sacado.
La calavera SHA-NA-RA se encontró en México en 1995. Se dice que se usaron técnicas psíquicas para conocer el lugar donde estaba. Nick Nocerino, su propietario, fundó el Instituto de Investigación Parapsicológico. El grupo de investigación ha recopilado mucha información sobre cada una de las calaveras encontradas, que son ordenadas por antigüedad, según informa el sitio Web de la especialista Ellie Crystal.
Calavera MAYA: Descubierta en Guatemala en 1912. Esta calavera está tallada en cuarzo y pertenece a un supuesto "Monje maya". También fue estudiada científicamente en Hewlett-Packard.
Calavera LAZULI: Tallada en lapislázuli. Descubierta en 1995 en el norte del Perú por indígenas incas. Una tribu cercana aseguraba que era obra de "espíritus malignos".
Calavera JESUITA: Se tiene noticias de ella desde 1534. San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, la tuvo en su poder. Dicen que atrae toda clase de pájaros.
Calavera SHUI TING ER: Tallada en amazonita. Fue descubierta hace 130 años por el arqueólogo chino Yeng Fo Huu en el suroeste de Mongolia.
Calavera OCEANA: Esculpida en cuarzo. Perteneció a un campesino brasileño que vive en una región remota de la Amazonia. Se cree que fue descubierta por los indígenas. En el año 2004 fue donada al Museo de minerales por un distribuidor de joyas brasileño.
Calavera LAZULI: Tallada en lapislázuli. Descubierta en 1995 en el norte del Perú por indígenas incas. Una tribu cercana aseguraba que era obra de "espíritus malignos".
Calavera JESUITA: Se tiene noticias de ella desde 1534. San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, la tuvo en su poder. Dicen que atrae toda clase de pájaros.
Calavera SHUI TING ER: Tallada en amazonita. Fue descubierta hace 130 años por el arqueólogo chino Yeng Fo Huu en el suroeste de Mongolia.
Calavera OCEANA: Esculpida en cuarzo. Perteneció a un campesino brasileño que vive en una región remota de la Amazonia. Se cree que fue descubierta por los indígenas. En el año 2004 fue donada al Museo de minerales por un distribuidor de joyas brasileño.
Calavera ET: Descubierta en 1906 en Guatemala. Es de cuarzo ahumado. Se caracteriza por la forma puntiaguda del cráneo y la mandíbula pronunciada. Tiene cierto aire no humano. Es parte de la colección privada de Broma Van Dietan. Broma recorre el mundo para compartir los supuestos poderes curativos que posee la calavera.
Calavera MAX: La mayor calavera de cristal conocida, descubierta en Guatemala. Se cree que fue usada en rituales para sanar. También se la llama la calavera de cristal de Texas. Pasó de manos de un espiritualista tibetano JoAnn Parks de Houston, Texas. La familia permite visitar a Max y la ha prestado para hacer varias exposiciones en EE. UU.
Calavera MAX: La mayor calavera de cristal conocida, descubierta en Guatemala. Se cree que fue usada en rituales para sanar. También se la llama la calavera de cristal de Texas. Pasó de manos de un espiritualista tibetano JoAnn Parks de Houston, Texas. La familia permite visitar a Max y la ha prestado para hacer varias exposiciones en EE. UU.
Calavera La Compasión: Es un descubrimiento del momento. Maya Shaman y el anciano Hunbatz Men dijeron que era de origen atlante la primera vez que la examinaron en la Conferencia de la calavera de cristal.
Calavera BABY LUV: De cuarzo rosa, descubierta en 1700 por un monje del monasterio de Luov (Ucrania).
Sea como fuere, la historia y la leyenda de las calaveras de cristal siguen fascinando a mucha gente, y los aficionados insisten en las propiedades paranormales que poseen. Aun así quedan muchas incógnitas sin resolver. Persiste la incógnita de por qué, cómo y cuándo fueron creadas esos tallados tan exquisitos y difícil en cristales tan frágiles, imposible de esculpir en la actualidad.
hoponopono el poder del amor
Hace unos años, escuché hablar de un terapeuta en Hawaii que curó un pabellón completo de pacientes criminales con serias patologías (locos) sin siquiera ver a ninguno de ellos. El psicólogo estudiaba la ficha del recluso y luego miraba dentro de si mismo para ver cómo él (el psicólogo) había creado la enfermedad de esa persona.
n la medida en que él mejoraba, el paciente mejoraba también.
¿Cómo podía cualquiera curar a otro tratando de curarse a si mismo? Y, ¿cómo podía, aunque fuera un verdadero maestro, con un gran poder de autocuración, sanar a criminales insanos?
El terapeuta había usado un proceso de sanación hawaiano llamado “Ho´oponopono”. Nunca había oído hablar de esta técnica, sin embargo no podía dejar de pensar en esa historia. Si era totalmente cierta, yo tenía que saber más.
Siempre había entendido que “total responsabilidad” significaba que soy el responsable de lo que pienso y hago. Pero lo que esté mas allá, está fuera de mis manos. Creo que la mayor parte de la gente piensa lo mismo acerca de la responsabilidad: somos responsables de lo que hacemos, no de lo que los otros hacen. Pero eso no es así.
El terapeuta Hawaiano que sanó a esas personas mentalmente enfermas, el Dr. Ihaleakalá Hew Len, me enseñaría una nueva perspectiva acerca de lo que es la total responsabilidad.
Explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawaii durante cuatro años. El pabellón donde encerraban a los enfermos criminales era peligroso. Por regla general los psicólogos renunciaban al mes de trabajar allí. La mayor parte de los miembros del personal se enfermaban al poco tiempo o simplemente renunciaban. La gente que atravesaba el pabellón caminaba con sus espaldas contra la pared, temerosos de ser atacados por los pacientes. No era un lugar placentero para vivir, ni para trabajar ni para visitar.
El Dr. Len dijo que el nunca vio a los pacientes. Acordó tener una oficina y estudiar los legajos. Mientras miraba esos legajos, trabajaba sobre si mismo. Y mientras lo hacía, los pacientes mejoraban.
“Luego de unos pocos meses, a los que debían permanecer encadenados se les podía permitir que caminaran libremente” me dijo. “A otros, a quienes tenían que mantener permanentemente medicados, se les podía reducir las dosis. Y algunos, que no hubieran tenido jamás la posibilidad de ser liberados, fueron dados de alta”. Yo estaba asombrado. “No solamente eso”, continuó, “sino que el personal comenzó a disfrutar de su trabajo.”
Un proceso de sanación hawaiano: Ho'oponopono
“El ausentismo y los cambios de personal disminuyeron drásticamente. Terminamos con más personal del que necesitábamos porque los pacientes eran liberados, pero todo el personal venía a trabajar. Hoy ese pabellón está cerrado.”
“¿Qué estuvo haciendo usted consigo mismo que provocó el cambio en esas personas?”
“Simplemente estaba sanando la parte de mí que había creado sus enfermedades”, dijo él. No entendí. El Dr. Len me explicó que la total responsabilidad se extiende a todo lo que está presente en tu vida, simplemente porque está en tu vida. Es tu responsabilidad en un sentido literal. Todo el mundo es tu creación.
¡Uau! Esto es muy difícil de aceptar. Ser responsable por lo que yo hago o digo es una cosa. Pero ser responsable por lo que cualquiera que esté en mi vida haga o diga, es otra muy distinta. Si asumes completa responsabilidad por tu vida, entonces todo lo que ves, escuchas, saboreas, tocas o experimentas, de cualquier forma, es tu responsabilidad. Esto significa que la actividad terrorista, el presidente de tu país, la economía o cualquier cosa que experimentas y no te gusta, están allí para que tu las sanes. No existen, por decirlo así, excepto como proyecciones que salen de tu interior. El problema no está ahí afuera, está en ti, y para resolverlo, tú debes cambiar.
Sé que esto es difícil de aceptar, mucho menos de vivirlo realmente. Echarle a otro la culpa es mucho más fácil que asumir la total responsabilidad. Pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé a comprender que esta sanación tan particular, el Ho’oponopono, significa amarse plenamente a uno mismo.
Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si deseas curar a cualquiera, aún a un criminal mentalmente enfermo, lo haces curándote a ti mismo.
Le pregunté al Dr. Len cómo se curaba a si mismo, qué era lo que hacía exactamente cuando miraba los legajos de los pacientes.
“Simplemente decía ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez” explicó él: “Lo siento… Te amo”
“¿Sólo eso?”
“Sólo eso.”
“Resulta que amarte a ti mismo es la mejor forma de mejorarte a ti mismo. Y mientras te mejoras a ti mismo, mejoras tu mundo.”
Permíteme darte un rápido ejemplo de como funciona esto: en una oportunidad recibí un e-mail muy agresivo, que me desequilibró. Normalmente hubiera intentado manejar la situación trabajando sobre mis aspectos emocionales más negativos o tratando de razonar con la persona que envió el mensaje. Esa vez decidí probar el método el Dr. Len. Me puse a pronunciar silenciosamente “lo siento” y “te amo”. No lo decía a nadie en particular. Simplemente estaba invocando el espíritu del amor para sanar, dentro de mí, lo que estaba creando esa circunstancia externa.
En el término de una hora recibí otro e-mail de la misma persona. Se disculpaba por el mensaje anterior. Ten presente que no realicé ninguna acción externa que provocara la disculpa. Ni siquiera contesté el mensaje. Sin embargo, sólo diciendo “te amo”, de algún modo sané dentro de mí lo que estaba creando en él.
Más tarde asistí a un taller de Ho’oponopono dirigido por el Dr. Len, que tiene ahora más de 70 años y es un chaman venerable y solitario.
Alabó mi libro, “El Factor Atractivo”. Me dijo que mientras yo me mejore a mí mismo, la “vibración” de mi libro aumentará y todos lo sentirán cuando lo lean. En resumen: a medida que yo me mejore, mis lectores mejorarán.
“¿Y qué pasará con los libros que ya he vendido y han salido de mí?” pregunté.
“No han salido realmente”, explicó una vez más soplando en mi mente su sabiduría mística. “Aún están dentro de ti”. En resumen: no hay afuera. Me llevaría un libro entero intentar explicar esta técnica con la profundidad necesaria, para transmitir algo así como que cuando desees mejorar cualquier aspecto o situación en tu vida, hay sólo un lugar donde intentarlo: dentro de ti. Y cuando mires allí, hazlo con amor”.
¿Cómo podía cualquiera curar a otro tratando de curarse a si mismo? Y, ¿cómo podía, aunque fuera un verdadero maestro, con un gran poder de autocuración, sanar a criminales insanos?
El terapeuta había usado un proceso de sanación hawaiano llamado “Ho´oponopono”. Nunca había oído hablar de esta técnica, sin embargo no podía dejar de pensar en esa historia. Si era totalmente cierta, yo tenía que saber más.
Siempre había entendido que “total responsabilidad” significaba que soy el responsable de lo que pienso y hago. Pero lo que esté mas allá, está fuera de mis manos. Creo que la mayor parte de la gente piensa lo mismo acerca de la responsabilidad: somos responsables de lo que hacemos, no de lo que los otros hacen. Pero eso no es así.
El terapeuta Hawaiano que sanó a esas personas mentalmente enfermas, el Dr. Ihaleakalá Hew Len, me enseñaría una nueva perspectiva acerca de lo que es la total responsabilidad.
Explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawaii durante cuatro años. El pabellón donde encerraban a los enfermos criminales era peligroso. Por regla general los psicólogos renunciaban al mes de trabajar allí. La mayor parte de los miembros del personal se enfermaban al poco tiempo o simplemente renunciaban. La gente que atravesaba el pabellón caminaba con sus espaldas contra la pared, temerosos de ser atacados por los pacientes. No era un lugar placentero para vivir, ni para trabajar ni para visitar.
El Dr. Len dijo que el nunca vio a los pacientes. Acordó tener una oficina y estudiar los legajos. Mientras miraba esos legajos, trabajaba sobre si mismo. Y mientras lo hacía, los pacientes mejoraban.
“Luego de unos pocos meses, a los que debían permanecer encadenados se les podía permitir que caminaran libremente” me dijo. “A otros, a quienes tenían que mantener permanentemente medicados, se les podía reducir las dosis. Y algunos, que no hubieran tenido jamás la posibilidad de ser liberados, fueron dados de alta”. Yo estaba asombrado. “No solamente eso”, continuó, “sino que el personal comenzó a disfrutar de su trabajo.”
Un proceso de sanación hawaiano: Ho'oponopono
“El ausentismo y los cambios de personal disminuyeron drásticamente. Terminamos con más personal del que necesitábamos porque los pacientes eran liberados, pero todo el personal venía a trabajar. Hoy ese pabellón está cerrado.”
“¿Qué estuvo haciendo usted consigo mismo que provocó el cambio en esas personas?”
“Simplemente estaba sanando la parte de mí que había creado sus enfermedades”, dijo él. No entendí. El Dr. Len me explicó que la total responsabilidad se extiende a todo lo que está presente en tu vida, simplemente porque está en tu vida. Es tu responsabilidad en un sentido literal. Todo el mundo es tu creación.
¡Uau! Esto es muy difícil de aceptar. Ser responsable por lo que yo hago o digo es una cosa. Pero ser responsable por lo que cualquiera que esté en mi vida haga o diga, es otra muy distinta. Si asumes completa responsabilidad por tu vida, entonces todo lo que ves, escuchas, saboreas, tocas o experimentas, de cualquier forma, es tu responsabilidad. Esto significa que la actividad terrorista, el presidente de tu país, la economía o cualquier cosa que experimentas y no te gusta, están allí para que tu las sanes. No existen, por decirlo así, excepto como proyecciones que salen de tu interior. El problema no está ahí afuera, está en ti, y para resolverlo, tú debes cambiar.
Sé que esto es difícil de aceptar, mucho menos de vivirlo realmente. Echarle a otro la culpa es mucho más fácil que asumir la total responsabilidad. Pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé a comprender que esta sanación tan particular, el Ho’oponopono, significa amarse plenamente a uno mismo.
Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si deseas curar a cualquiera, aún a un criminal mentalmente enfermo, lo haces curándote a ti mismo.
Le pregunté al Dr. Len cómo se curaba a si mismo, qué era lo que hacía exactamente cuando miraba los legajos de los pacientes.
“Simplemente decía ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez” explicó él: “Lo siento… Te amo”
“¿Sólo eso?”
“Sólo eso.”
“Resulta que amarte a ti mismo es la mejor forma de mejorarte a ti mismo. Y mientras te mejoras a ti mismo, mejoras tu mundo.”
Permíteme darte un rápido ejemplo de como funciona esto: en una oportunidad recibí un e-mail muy agresivo, que me desequilibró. Normalmente hubiera intentado manejar la situación trabajando sobre mis aspectos emocionales más negativos o tratando de razonar con la persona que envió el mensaje. Esa vez decidí probar el método el Dr. Len. Me puse a pronunciar silenciosamente “lo siento” y “te amo”. No lo decía a nadie en particular. Simplemente estaba invocando el espíritu del amor para sanar, dentro de mí, lo que estaba creando esa circunstancia externa.
En el término de una hora recibí otro e-mail de la misma persona. Se disculpaba por el mensaje anterior. Ten presente que no realicé ninguna acción externa que provocara la disculpa. Ni siquiera contesté el mensaje. Sin embargo, sólo diciendo “te amo”, de algún modo sané dentro de mí lo que estaba creando en él.
Más tarde asistí a un taller de Ho’oponopono dirigido por el Dr. Len, que tiene ahora más de 70 años y es un chaman venerable y solitario.
Alabó mi libro, “El Factor Atractivo”. Me dijo que mientras yo me mejore a mí mismo, la “vibración” de mi libro aumentará y todos lo sentirán cuando lo lean. En resumen: a medida que yo me mejore, mis lectores mejorarán.
“¿Y qué pasará con los libros que ya he vendido y han salido de mí?” pregunté.
“No han salido realmente”, explicó una vez más soplando en mi mente su sabiduría mística. “Aún están dentro de ti”. En resumen: no hay afuera. Me llevaría un libro entero intentar explicar esta técnica con la profundidad necesaria, para transmitir algo así como que cuando desees mejorar cualquier aspecto o situación en tu vida, hay sólo un lugar donde intentarlo: dentro de ti. Y cuando mires allí, hazlo con amor”.
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